Sánchez monta una cena en El Prado para que el Rey no le robe el protagonismo en la cumbre de la OTAN

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se quiere quedar sin protagonismo durante la celebración de la cumbre de la OTAN que se celebrará esta semana en Madrid. Por eso, pese a que el Rey Felipe VI es el que ejerce realmente como anfitrión, tanto en la recepción de las autoridades en Torrejón de Ardoz y en Barajas, como en la invitación a la cena oficial que se celebrará este martes en el Palacio Real, Pedro Sánchez ha montado una segunda cena -algo poco habitual en estos foros- en la que él ejercerá como principal protagonista de los invitados a la cumbre de la OTAN.

Esta segunda cita se celebrará el miércoles, 24 horas más tarde, de la cena oficial que ofrecen los reyes, en el claustro del Museo del Prado, perteneciente al antiguo monasterio de San Jerónimo el Real. Eso obligará a cerrar a cal y canto, durante dos días, uno de los museos más visitados de la capital española y taquilleros de nuestro país, en plena temporada de verano. Todo para garantizar la seguridad de los más de 50 jefes de Estado y de Gobierno que acudirán a la llamada del jefe del Ejecutivo en su cena euroatlántica.

Nunca antes se había celebrado un foro como este, en el que estarán presentes todos los países de la OTAN, el secretario general de la Alianza Atlántica, los presidentes del Consejo Europeo, la Comisión Europea y el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y los representantes de Suecia, Finlandia, Malta, Chipre, Austria e Irlanda, invitados a la cumbre. Estarán acompañados por sus parejas, con quienes realizarán una visita por la pinacoteca, aunque se dividirán en dos salas distintas a la hora del ágape que servirá el chef español José Andrés, Premio Princesa de Asturias a la Concordia por el trabajo realizado en favor de los afectados en crisis humanitarias.

Moncloa destaca que la posibilidad de celebrar esta cena en El Prado es «gracias al empeño personal de Pedro Sánchez». Según su entorno, «lleva muchos meses trabajando en esta cita,»aunque la justificación de ahora es «para subrayar un mensaje contundente de unidad y complementariedad entre la OTAN y la UE en la defensa de Europa frente a los desafíos derivados de la invasión de Ucrania por parte de Putin». Un acto de propaganda personal del presidente en plena promoción para labrarse un futuro en las instituciones europeas una vez sea desalojado del Palacio de La Moncloa.

El jefe del Ejecutivo, con el objetivo de mandar ese mensaje de solidaridad con Ucrania, ha invitado a la Orquesta Sinfónica de Kiev para actuar en el marco de la cena. Tras el estallido de la guerra salieron del país con una gira para presentar la ‘Voz de Ucrania’ por distintos países. Fuentes gubernamentales ponen en valor con la actuación de la orquesta ucraniana «la fuerte carga simbólica, como gesto de apoyo permanente a Ucrania, país siempre unido a los principales procesos culturales europeos y con un patrimonio dentro del mapa diverso de la gran familia europea».